sábado, 17 de octubre de 2015

ACEPTACION DE LA PERDIDA

 






ACEPTACION DE LA PÉRDIDA.-
La muerte de los padres, de un hijo o de alguien muy querido nos impacta en forma dolorosa y nos llenará de una profunda tristeza.
**El periodo de duelo es una etapa difícil en la vida, un período de duelo que en su caso se agrava por los sentimientos de culpa que lo acompañan. Cuando muere un ser querido, casi todos tenemos la impresión de estar en deuda con él, pensamos que no hicimos o dijimos lo suficiente, que debimos haber hecho un mayor esfuerzo en cuidar la relación. En situaciones tan impactantes como éstas, el sufrimiento es irremediable, el dolor que nos embarga nos lleva a pensar en nuestras aparentes fallas y a usarlos en nuestra contra a través de la culpa.
**El proceso de duelo cursa por varias etapas y puede durar entre unas pocas semanas hasta un año, pidiendo llegar a desde la Tristeza a la Depresión, en cuyo momento nos parece que nuestra vida no tiene sentido. Existe una gran tristeza y desinterés, tendemos a abandonarnos y sentirnos incapaces de seguir adelante.
**Perdonarse a sí mismo de cualquier sentimiento de culpa, para poder resignarnos y aceptar lo sucedido. A este respecto, me gustaría comentarle que absolutamente todas las personas, cuando perdemos a nuestros seres queridos, pensamos en lo que hubiera podido ser diferente y creemos que de haber cambiado las cosas, en estos momentos nos sentiríamos mejor; nada más equivocado. Este es un sentimiento normal, y más que buscar el perdón del otro, quizás debemos perdonarnos a nosotros mismos. Indudablemente estos son golpes de la vida que nos dejan un vacío irremplazable, el cual nos acompañará siempre en lo profundo de nuestro corazón. Usted nunca olvidará a su padre, pero sabrá ponerlo en un lugar especial, donde lo que predomine sea el recuerdo de las cosas buenas que vivieron.
** Estos momentos son muy difíciles,  pues corresponde al momento donde las personas afrontan la realidad de la pérdida y debido a la profunda tristeza y añoranza, sienten que la recuperación será imposible. No obstante, por increíble que le parezca, todo esto pasará, poco a poco usted se recobrará y seguirá su propio camino.
**Poco a poco usted irá recobrando la paz interna y la aceptación de lo que sucedió, entrará en la etapa final del duelo que es la recuperación. Asimismo, dará un sentido al dolor que está viviendo, lo que fortalecerá los recursos que le ayudarán a adaptarse a esta nueva situación de vida
***4 consejos para alcanzarla resignación y el restablecimiento
 1.Busque apoyo. Hablar con las personas que nos inspiran confianza es una herramienta muy importante para sanar nuestras heridas.
 2. No inhiba sus sentimientos ni pensamientos, expréselos tal y como los siente. Exteriorice su enojo, su tristeza, su miedo, la culpa que tiene por no haber estado con su padre. Aunque al principio puede ser doloroso, a veces resulta liberador escribir cartas a los seres queridos aunque ya no estén; llévela al cementerio en una de sus visitas y déjela con él. Si la hace sentir bien, pídale perdón todas las veces que sea necesario. Comunicar a los demás nuestros sentimientos, es una buena manera de enfrentar lo que nos hace daño.
 3. No pierda la fe en que las cosas mejorarán. Su padre se fue recordándola, esto debe ser recompensante y reconfortante para usted. Tenga confianza en que recobrará la tranquilidad, que mientras usted no lo olvide su padre estará siempre con usted. Piense que a él le gustaría que siguiera adelante.
 4. No se exija y tome el tiempo que necesite para curar su dolor. El tiempo es uno de los mejores recursos que tenemos para superar el proceso de duelo. Tiene que darse permiso de estar triste y sentir dolor por esta gran pérdida; tiene derecho de sentirse enojada y frustrada por lo sucedido. Pero también, dese permiso para perdonar se y reconstruir una vida diferente.
 **El duelo es el proceso de adaptación emocional que sigue a cualquier pérdida (pérdida de un empleo, pérdida de un ser querido, pérdida de una relación, etc.). Aunque convencionalmente se ha enfocado la respuesta emocional de la pérdida, el duelo también tiene una dimensión física, cognitiva, filosófica y de la conducta que es vital en el comportamiento humano y que ha sido muy estudiado a lo largo de la historia.

**Etapas Principales del duelo

 

FASES                         MOMENTO                             SÍNTOMAS

 Shock o parálisis    Inmediato a la muerte   • Embotamiento afectivo • Apatía •Agit  Dolor y alivio         Dos primeras semanas • Aceptación de la muerte • Pena y dolor

                                                                             Resignación

Resentimiento   Dos semanas a cuatro meses  • Depresión • Ansiedad •

                                                                                      *Irritabilidad *Inseguridad Recuerdo      Tres a doce meses    • Reminiscencias del fallecido • Pena

 

*Fase de Negación. Negarse a sí mismo o al entorno que ha ocurrido la pérdida
*Fase de Enfado, Indiferencia o Ira: Estado de descontento por no poder evitar la pérdida que sucede. Se buscan razones causales y culpabilidad.
*Fase de Negociación. Negociar consigo mismo o con el entorno, entendiendo los pros y contras de la pérdida. Se intenta buscar una solución a la pérdida a pesar de conocerse la imposibilidad de que suceda.
*Fase de Dolor Emocional. Se experimenta tristeza por la pérdida. Pueden llegar a sucederse episodios depresivos que deberían ceder con el tiempo.
*Fase de Aceptación. Se asume que la pérdida es inevitable. Supone un cambio de visión de la situación sin la pérdida; siempre teniendo en cuenta que no es lo mismo aceptar que olvidar.
Suele durar entre 2 y 12 semanas, aunque puede persistir hasta los 6 meses cuando se trata de la pérdida de un ser querido muy allegado (Madre, hijo, cónyuge...). En el caso de que los síntomas no cesaran después de estos períodos de tiempo y provocaran problemas para desenvolverse en su vida rutinaria, es muy importante acudir a un profesional de la psiquiatría y/o psicología, ya que la persona afectada puede estar sufriendo un episodio de depresión crónico, lo que implicaría un duelo patológico. No siempre se cumplen todas las etapas, ni necesariamente ocurren en el orden señalado.

La aceptación y la resignación en el duelo.-Dice la psicóloga Pilar Pastor Que una de las grandes dudas que surgen en la terapia del duelo, es:

**La diferencia entre la ACEPTACION y LA RESIGNACION, pues aunque puedan parecer lo mismo., la realidad es que son dos caminos muy diferentes.

Qué implica aceptar y qué implica resignarse:

*En la terapia de duelo, Cuando la intensidad del dolor ha disminuido, el doliente empieza a tener una visión más global de su relación con el fallecido -no sólo lo referido a la experiencia de la muerte o la enfermedad-, y se abre otro de los grandes procesos implicados en la resolución del duelo: la aceptación.
 En un momento de este proceso, el doliente va a encontrarse ante la disyuntiva de **aceptar lo ocurrido o resignarse a ello.

***La aceptación de la pérdida en el duelo, significa ver y asimilar el nuevo presente. Reconocemos la nueva realidad. No significa que nos guste ni estemos satisfechos y nos resignemos, solo nos vamos….adaptando a la nueva realidad en la que sentirnos bien o lo mejor posible.

***La resignación.-Tiene más que ver con aguantar, con una sensación de indefensión frente a lo que ha ocurrido. Es limitarnos a sobrevivir a lo que ha ocurrido y a la realidad de la vida actual, Lo que va a necesitar tiempo

Los obstáculos en la aceptación de la pérdida.-El principal obstáculo para la aceptación es negar la realidad. La negación puede manifestarse de muchas maneras y a muchos niveles:

**La actitud de no querer atender ni adaptarse a la realidad y aislarse del mundo y de la vida, hasta procesos de pensamiento donde entran en juego los “Y si” y la búsqueda de finales alternativos, como si se negociara con lo ocurrido. Este último mecanismo interfiere con la actitud de aceptar la realidad tal como es y dificulta el proceso.

 La ACEPTACION y la RESIGNACION van atadas. Pues cuando tenemos una fe en la vida cristiana sabemos que en este mundo estamos de forma temporal y que en su momento volveremos a ver a esas personas a las que amábamos y que se fueron. El dolor de una enfermedad como el cáncer nos impacta a todos, pero el creyente puede depositar su dolor en las manos de Dios, recibe un gran consuelo desde su fe. Se atienen a las palabras de Jesús, que antes de ascender a los cielos le dijo a sus apóstoles,  “que regresará a buscar a su pueblo para que pasemos a una vida sin enfermedades y de alegría sin final”. Solo se necesita creer y vivir como él nos ordeno.  Es por ello, que en mi caso, me valgo de la fe del paciente, para desde la HIPNOSIS buscar solución a su problema

El término de duelo hace referencia al conjunto de manifestaciones emocionales y comportamentales que experimenta una persona que se enfrenta ante una pérdida significativa(.la muerte de un ser querido separación, jubilación, amputaciones...).
La experiencia emocional de enfrentarse a la pérdida la llamamos elaboración del duelo y conducirá a una adaptación a la nueva situación. Cuando esta elaboración es inadecuada, ya sea por su intensidad, duración o por la aparición de síntomas anormales nos encontramos ante el llamado duelo patológico.
**Las estrategias de afrontamiento pueden volverse malsanas o fallidas. La frecuente aparición de emociones negativas, como el odio, el rencor o la sed de venganza (ante un suceso traumático causado por otros seres humanos), pueden complicar aún más el panorama. Como consecuencia de ello.
**la persona, incapaz de adaptarse a la nueva situación: Puede sentirse indefensa, perder la esperanza en el futuro y encontrarse paralizada para emprender nuevas iniciativas y,  para gobernar con éxito su propia vida.
En la tabla 1 se muestran algunos de los sucesos traumáticos más habituales.
 ** Sucesos traumáticos más habituales INTENCIONADOS • Agresiones sexuales en la vida adulta • Relación de pareja violenta • Terrorismo, secuestro y tortura • Muerte violenta de un hijo • Abuso sexual en la infancia • Maltrato infantil
**NO INTENCIONADOS • Accidentes (de tráfico, choques de trenes, etc.) • Catástrofes naturales (terremotos, inundaciones, etc.) Por otra parte, el duelo es el conjunto de reacciones de tipo físico, emocional y social que se producen por el fallecimiento de una persona próxima y que pueden oscilar desde un sentimiento transitorio de tristeza hasta una desolación completa, que, en los casos más graves, puede durar años e incluso toda la vida
EL TRAUMA.- afecta profundamente la confianza de la persona en sí misma y en los demás. Los síntomas: derivan de la vivencia súbita de indefensión y de pérdida de control, del *temor por la propia vida y de *la humillación de haber sido violentada en la intimidad. y de forma involuntaria el suceso vivido, bien en forma de pesadillas, bien en forma de recuerdos agobiantes y de sentimientos perturbadores, que pueden activarse ante cualquier estímulo, por mínimo que sea (ruido inesperado, imagen súbita, conversación relacionada indirectamente con el tema, etcétera). Todo va a reflejar las imágenes de lo ocurrido grabadas a fuego.. Es como si la memoria se encasquillase y no pudiera dar una salida normal a las experiencias vividas. Además, las personas afectadas se encuentran permanentemente en un estado de alerta y sobresaltadas, presentan dificultades de concentración en las tareas cotidianas, se muestran irritables y tienen problemas para conciliar el sueño. Por ello, tienden a sentirse desbordadas por los acontecimientos cotidianos y a creer que han perdido el control.
**Un estado permanente de alerta lleva al agotamiento Las conductas de evitación de lo que le paso desempeñan un papel muy importante en las limitaciones experimentadas por las víctimas. Además de rehuir las situaciones y los lugares relacionados directa o indirectamente con el suceso (como salir a la calle, tratar con personas desconocidas, viajar, quedarse a solas en casa, etcétera), resulta aún peor en personas que no quieren hablar sobre lo ocurrido.
 Las víctimas tienden a no compartir con otras personas estos dolorosos recuerdos, sino que los sufren solas. Este embotamiento afectivo dificulta las manifestaciones de ternura, lo que supone un obstáculo en las relaciones de intimidad. El bloqueo emocional es un caparazón, a modo de membrana, para protegerse de los recuerdos traumáticos, que impide adaptarse a la nueva situación.
**En concreto, la evitación y el embotamiento emocional intentan prevenir futuros daños que le podrían ocurrir a la persona afectada si se implicase de nuevo en una vida activa y recuperase la confianza en las personas.
Mi tratamiento.-Esencias Florales, Hipnosis, Reiki, Auriculopuntura.

Como parte del proceso de la vida, la muerte nos acompaña cotidianamente. La muerte nos duele y de eso vamos a hablar en este artículo: de la importancia, más aún, de la necesidad de vivir y expresar el dolor así como las reacciones emocionales y conductuales que experimentamos por la pérdida de un ser querido y, también de la ayuda que las esencias florales nos brindan durante este proceso. No podemos negar que, en la mayoría de los casos, la muerte conlleva una vivencia de enorme sufrimiento pero hemos de comprender que al mismo tiempo “puede ser una ocasión de crecimiento.”
La duración del proceso del duelo es variable pero, en términos generales, se considera entre uno y dos años, en función de las coordenadas de relación presentadas en el párrafo anterior. Durante este tiempo deben vivenciarse tres formas de comportamiento: · Sentimiento de pena y dolor (grief). · Aflicción por la relación interpersonal con el fallecido (bereavement). · Lo que nosotros llamamos “luto” (mourning)
¿Podemos hablar de fases del duelo? Efectivamente. Se puede establecer una cuádruple división evaluada por los diversos sentimientos que van aflorando. Viene a ser algo así: 1. Pena y dolor. 2. Miedo, ira, culpabilidad, resentimiento y cólera 3. Apatía, tristeza, desinterés y, a veces, pérdida del sentido vital. 4. Reaparece la esperanza y la vida se reorienta.
1. Pena y dolor. Esta primera fase es conocida como “fase de embotamiento de la sensibilidad”(ibid.) Lo sucedido parece mentira. La frase más comúnmente proferida es “no puede ser cierto”. Sobra decir que es más paralizante cuanto más repentino e inesperado sea el hecho. En algunas personas, la reacción es el comportamiento diametralmente opuesto, es decir, la hiperactividad. Sea como fuere “Todo lo que suceda en estos momentos debe ser respetado. Los familiares han de sentirse libres para manifestar sus miedos, enfados..
2. Miedo, ira, culpabilidad, resentimiento y cólera. La muerte de otros nos pone delante el miedo ancestral por antonomasia, a saber, el miedo a nuestra propia muerte. Y aquél se proyecta y adquiere diferentes modalidades. Sin duda, nos viene a la mente Mímulo. Si el miedo es de carácter “histérico y piensa que no podrá recuperarse nunca más, Cherry Plum; si es miedo a que otro miembro de la familia pudiera morir, Red Chestnut”
3. Apatía, tristeza, desinterés y, a veces, pérdida del sentido vital En este momento todo da igual. La vida pierde su brillo y nada es importante ni apetecible.
4. Reaparece la esperanza y la vida se reorienta La persona que ha vivido las tres fases anteriores desembocará naturalmente en ésta cuarta donde comienza la reconstrucción y reorientación vital.

Duelo Crónico: El dolor parece extenderse de forma ilimitada. El doliente se detiene en la fase de anhelo y búsqueda ya que se basa en el conflicto de separación, el cual le impide completar las etapas del duelo satisfactoriamente. Es incapaz de rehacer su vida fuera de los recuerdos constantes que le atormentan. Esta consciencia de su problemática hace que acudan a buscar ayuda de profesionales de la psicología. Duelo Congelado: Se constituye por la prolongación de la fase inicial de embotamiento afectivo, con dificultad para la expresión de otras emociones. Se caracteriza por la ausencia de consciencia de la problemática. Predominan las reacciones de inhibición negando sus sentimientos y volcándose en otras actividades. Constituye una forma obsesiva del duelo, evolucionando frecuentemente hacia las somatizaciones, que suelen aparecer en momentos de crisis. 304 Duelo Exagerado: Es una intensa reacción de duelo que constituye una vía de escape a la aflicción. Se puede manifestar a través de: depresión (hay autores que a los episodios depresivos mayores los encuadran dentro del duelo exagerado), ataques de pánico, conductas fóbicas, manías, alcoholismo…etc. Duelo Retrasado: Se inhibe inicialmente y aparece más tarde, con motivo de otra pérdida a la que se responde de forma desmesurada. Además de estos duelos existen otros que se pueden encuadrar como de tipo paranoide o reivindicativo, maníaco, depresivo, somatizador y obsesivo o con tendencia a los rituales (no culturales). Aunque la familia en conjunto y cada uno de sus miembros de forma individual manifiesta de diferentes formas el proceso de duelo que está padeciendo, pueden presentarse una serie de reacciones que nos dirían que hay alguna anomalía dentro de dicho proceso, que hacen más referencia a la intensidad y duración del síntoma que a la presencia o no de dicha reacción concreta:

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