ACEPTACION
DE LA PÉRDIDA.-
La muerte de los padres,
de un hijo o de alguien muy querido nos impacta en forma dolorosa y nos llenará
de una profunda tristeza.
**El periodo de duelo es
una etapa difícil en la vida, un período de duelo que en su caso se agrava por
los sentimientos de culpa que lo acompañan. Cuando muere un ser querido, casi
todos tenemos la impresión de estar en deuda con él, pensamos que no hicimos o
dijimos lo suficiente, que debimos haber hecho un mayor esfuerzo en cuidar la
relación. En situaciones tan impactantes como éstas, el sufrimiento es
irremediable, el dolor que nos embarga nos lleva a pensar en nuestras aparentes
fallas y a usarlos en nuestra contra a través de la culpa.
**El proceso de duelo cursa
por varias etapas y puede durar entre unas pocas semanas hasta un año,
pidiendo llegar a desde la Tristeza a la Depresión, en cuyo momento nos parece
que nuestra vida no tiene sentido. Existe una gran tristeza y desinterés,
tendemos a abandonarnos y sentirnos incapaces de seguir adelante.
**Perdonarse
a sí mismo de cualquier sentimiento de culpa, para poder resignarnos y aceptar lo sucedido. A este
respecto, me gustaría comentarle que absolutamente todas las personas, cuando
perdemos a nuestros seres queridos, pensamos en lo que hubiera podido ser
diferente y creemos que de haber cambiado las cosas, en estos momentos nos
sentiríamos mejor; nada más equivocado. Este es un sentimiento normal, y más
que buscar el perdón del otro, quizás debemos perdonarnos a nosotros mismos.
Indudablemente estos son golpes de la vida que nos dejan un vacío
irremplazable, el cual nos acompañará siempre en lo profundo de nuestro
corazón. Usted nunca olvidará a su padre, pero sabrá ponerlo en un lugar
especial, donde lo que predomine sea el recuerdo de las cosas buenas que
vivieron.
** Estos momentos son muy
difíciles, pues corresponde al momento
donde las personas afrontan la realidad de la pérdida y debido a la profunda
tristeza y añoranza, sienten que la recuperación será imposible. No obstante,
por increíble que le parezca, todo esto pasará, poco a poco usted se recobrará
y seguirá su propio camino.
**Poco a poco usted irá
recobrando la paz interna y la aceptación de lo que sucedió, entrará en la
etapa final del duelo que es la recuperación. Asimismo, dará un sentido al
dolor que está viviendo, lo que fortalecerá los recursos que le ayudarán a
adaptarse a esta nueva situación de vida
***4
consejos para alcanzarla resignación y el restablecimiento
1.Busque
apoyo. Hablar
con las personas que nos inspiran confianza es una herramienta muy importante
para sanar nuestras heridas.
2.
No inhiba sus sentimientos ni pensamientos, expréselos tal y como los
siente. Exteriorice
su enojo, su tristeza, su miedo, la culpa que tiene por no haber estado con su
padre. Aunque al principio puede ser doloroso, a veces resulta liberador
escribir cartas a los seres queridos aunque ya no estén; llévela al
cementerio en una de sus visitas y déjela con él. Si la hace sentir bien,
pídale perdón todas las veces que sea necesario. Comunicar a los demás nuestros
sentimientos, es una buena manera de enfrentar lo que nos hace daño.
3.
No pierda la fe en que las cosas mejorarán. Su padre se fue recordándola, esto debe
ser recompensante y reconfortante para usted. Tenga confianza en que recobrará
la tranquilidad, que mientras usted no lo olvide su padre estará siempre con
usted. Piense que a él le gustaría que siguiera adelante.
4.
No se exija y tome el tiempo que necesite para curar su dolor. El tiempo es uno de
los mejores recursos que tenemos para superar el proceso de duelo. Tiene que
darse permiso de estar triste y sentir dolor por esta gran pérdida; tiene
derecho de sentirse enojada y frustrada por lo sucedido. Pero también, dese
permiso para perdonar se y reconstruir una vida diferente.
**El duelo es el proceso de
adaptación emocional que sigue a cualquier pérdida (pérdida de un empleo,
pérdida de un ser querido, pérdida de una relación, etc.). Aunque
convencionalmente se ha enfocado la respuesta emocional de la pérdida, el duelo
también tiene una dimensión física, cognitiva, filosófica y de la conducta que
es vital en el comportamiento humano y que ha sido muy estudiado a lo largo de
la historia.
**Etapas
Principales del duelo
FASES MOMENTO SÍNTOMAS
Shock o parálisis Inmediato a la muerte • Embotamiento afectivo • Apatía •Agit Dolor y alivio Dos primeras semanas • Aceptación de
la muerte • Pena y dolor
Resignación
Resentimiento Dos semanas a cuatro meses • Depresión • Ansiedad •
*Irritabilidad
*Inseguridad Recuerdo Tres a doce
meses • Reminiscencias del fallecido •
Pena
*Fase de Negación. Negarse a sí mismo o al entorno que ha ocurrido la pérdida
*Fase de Enfado, Indiferencia o Ira: Estado de descontento por no poder evitar la pérdida que sucede.
Se buscan razones causales y culpabilidad.
*Fase de Negociación. Negociar consigo mismo o con el entorno, entendiendo los pros
y contras de la pérdida. Se intenta buscar una solución a la pérdida a pesar de
conocerse la imposibilidad de que suceda.
*Fase de Dolor Emocional. Se experimenta tristeza por la pérdida. Pueden llegar a
sucederse episodios depresivos que deberían ceder con el tiempo.
*Fase de Aceptación. Se asume que la pérdida es inevitable. Supone un cambio de
visión de la situación sin la pérdida; siempre teniendo en cuenta que no es lo
mismo aceptar que olvidar.
Suele durar entre 2 y 12
semanas, aunque puede persistir hasta los 6 meses cuando se trata de la pérdida
de un ser querido muy allegado (Madre, hijo, cónyuge...). En el caso de que los
síntomas no cesaran después de estos períodos de tiempo y provocaran problemas
para desenvolverse en su vida rutinaria, es muy importante acudir a un
profesional de la psiquiatría y/o psicología, ya que la persona afectada puede
estar sufriendo un episodio de depresión crónico, lo que
implicaría un duelo patológico. No siempre se cumplen todas las etapas, ni
necesariamente ocurren en el orden señalado.
La aceptación y la
resignación en el duelo.-Dice la psicóloga Pilar Pastor Que una de las grandes
dudas que surgen en la terapia del duelo, es:
**La diferencia
entre la ACEPTACION y LA RESIGNACION, pues aunque puedan parecer lo mismo., la realidad es que son dos
caminos muy diferentes.
Qué implica aceptar y qué implica
resignarse:
*En la terapia
de duelo, Cuando la intensidad del dolor ha disminuido, el doliente
empieza a tener una visión más global de su relación con el fallecido -no sólo
lo referido a la experiencia de la muerte o la enfermedad-, y se abre otro de
los grandes procesos implicados en la resolución del duelo: la aceptación.
En un momento de este proceso, el doliente va
a encontrarse ante la disyuntiva de **aceptar
lo ocurrido o resignarse a ello.
***La aceptación de la pérdida en el duelo, significa ver y asimilar el nuevo presente.
Reconocemos la nueva realidad. No significa que nos guste ni estemos
satisfechos y nos resignemos, solo nos vamos….adaptando a la nueva realidad en
la que sentirnos bien o lo mejor posible.
***La resignación.-Tiene más que ver con aguantar, con una
sensación de indefensión frente a lo que ha ocurrido. Es limitarnos a sobrevivir a lo que ha ocurrido y
a la realidad de la vida actual, Lo que va a necesitar tiempo
Los obstáculos en la aceptación
de la pérdida.-El principal obstáculo para la
aceptación es negar la realidad. La negación puede manifestarse de
muchas maneras y a muchos niveles:
**La actitud de no querer atender
ni adaptarse a la realidad y aislarse del
mundo y de la vida, hasta procesos
de pensamiento donde entran en
juego los “Y si” y la búsqueda
de finales alternativos, como si se negociara con lo ocurrido. Este último
mecanismo interfiere con la actitud de aceptar la realidad tal como es y
dificulta el proceso.
La ACEPTACION y la RESIGNACION van atadas.
Pues cuando tenemos una fe en la vida cristiana sabemos que en este mundo
estamos de forma temporal y que en su momento volveremos a ver a esas personas
a las que amábamos y que se fueron. El dolor de una enfermedad como el cáncer
nos impacta a todos, pero el creyente puede depositar su dolor en las manos de
Dios, recibe un gran consuelo desde su fe. Se atienen a las palabras de Jesús,
que antes de ascender a los cielos le dijo a sus apóstoles, “que regresará a buscar a su pueblo para que
pasemos a una vida sin enfermedades y de alegría sin final”. Solo se necesita
creer y vivir como él nos ordeno. Es por
ello, que en mi caso, me valgo de la fe del paciente, para desde la HIPNOSIS
buscar solución a su problema
El término de duelo hace referencia al conjunto de manifestaciones
emocionales y comportamentales que experimenta una persona que se enfrenta ante
una pérdida significativa(.la muerte de un ser querido separación, jubilación,
amputaciones...).
La experiencia emocional de enfrentarse a la
pérdida la llamamos elaboración del duelo y conducirá a una adaptación a
la nueva situación. Cuando esta elaboración es inadecuada, ya sea por su
intensidad, duración o por la aparición de síntomas anormales nos encontramos
ante el llamado duelo patológico.
**Las
estrategias de afrontamiento pueden volverse malsanas o fallidas. La frecuente
aparición de emociones negativas, como el odio, el rencor o la sed de
venganza (ante un suceso traumático causado por otros seres humanos),
pueden complicar aún más el panorama. Como consecuencia de ello.
**la
persona, incapaz de adaptarse a la nueva situación: Puede sentirse indefensa,
perder la esperanza en el futuro y encontrarse paralizada para emprender nuevas
iniciativas y, para gobernar con éxito
su propia vida.
En
la tabla 1 se
muestran algunos de los sucesos traumáticos más habituales.
** Sucesos traumáticos más habituales
INTENCIONADOS • Agresiones sexuales en la vida adulta • Relación de pareja
violenta • Terrorismo, secuestro y tortura • Muerte violenta de un hijo • Abuso
sexual en la infancia • Maltrato infantil
**NO
INTENCIONADOS • Accidentes (de tráfico, choques de trenes, etc.) • Catástrofes
naturales (terremotos, inundaciones, etc.) Por otra parte, el duelo es el
conjunto de reacciones de tipo físico, emocional y social que se producen por
el fallecimiento de una persona próxima y que pueden oscilar desde un
sentimiento transitorio de tristeza hasta una desolación completa, que, en los
casos más graves, puede durar años e incluso toda la vida
EL
TRAUMA.- afecta profundamente la confianza de la persona en sí misma y en los demás.
Los síntomas: derivan de la vivencia súbita de indefensión y de pérdida de
control, del *temor por la propia vida y de *la humillación de haber sido
violentada en la intimidad. y de forma involuntaria el suceso vivido, bien en
forma de pesadillas, bien en forma de recuerdos agobiantes y de sentimientos
perturbadores, que pueden activarse ante cualquier estímulo, por mínimo que sea
(ruido inesperado, imagen súbita, conversación relacionada indirectamente con
el tema, etcétera). Todo va a reflejar las imágenes de lo ocurrido grabadas a
fuego.. Es como si la memoria se encasquillase y no pudiera dar una salida
normal a las experiencias vividas. Además, las personas afectadas se encuentran
permanentemente en un estado de alerta y sobresaltadas, presentan dificultades
de concentración en las tareas cotidianas, se muestran irritables y tienen
problemas para conciliar el sueño. Por ello, tienden a sentirse desbordadas por
los acontecimientos cotidianos y a creer que han perdido el control.
**Un
estado permanente de alerta lleva al agotamiento Las conductas de evitación
de lo que le paso desempeñan un papel muy importante en las limitaciones
experimentadas por las víctimas. Además de rehuir las situaciones y los lugares
relacionados directa o indirectamente con el suceso (como salir a la calle,
tratar con personas desconocidas, viajar, quedarse a solas en casa, etcétera),
resulta aún peor en personas que no quieren hablar sobre lo ocurrido.
Las víctimas tienden a no compartir con otras
personas estos dolorosos recuerdos, sino que los sufren solas. Este
embotamiento afectivo dificulta las manifestaciones de ternura, lo que supone
un obstáculo en las relaciones de intimidad. El bloqueo emocional es un
caparazón, a modo de membrana, para protegerse de los recuerdos traumáticos,
que impide adaptarse a la nueva situación.
**En
concreto, la evitación y el embotamiento emocional intentan prevenir
futuros daños que le podrían ocurrir a la persona afectada si se implicase de
nuevo en una vida activa y recuperase la confianza en las personas.
Mi
tratamiento.-Esencias Florales, Hipnosis, Reiki, Auriculopuntura.
Como parte del proceso de la
vida, la muerte nos acompaña cotidianamente. La muerte nos duele y de eso vamos
a hablar en este artículo: de la importancia, más aún, de la necesidad de vivir
y expresar el dolor así como las reacciones emocionales y conductuales que
experimentamos por la pérdida de un ser querido y, también de la ayuda que las
esencias florales nos brindan durante este proceso. No podemos negar que, en la
mayoría de los casos, la muerte conlleva una vivencia de enorme sufrimiento
pero hemos de comprender que al mismo tiempo “puede ser una ocasión de
crecimiento.”
La duración del proceso del duelo
es variable pero, en términos generales, se considera entre uno y dos años, en
función de las coordenadas de relación presentadas en el párrafo anterior.
Durante este tiempo deben vivenciarse tres formas de comportamiento: ·
Sentimiento de pena y dolor (grief). · Aflicción por la relación interpersonal
con el fallecido (bereavement). · Lo que nosotros llamamos “luto” (mourning)
¿Podemos hablar de fases del
duelo? Efectivamente. Se puede establecer una cuádruple división evaluada por
los diversos sentimientos que van aflorando. Viene a ser algo así: 1. Pena y dolor.
2. Miedo, ira, culpabilidad, resentimiento y cólera 3. Apatía, tristeza,
desinterés y, a veces, pérdida del sentido vital. 4. Reaparece la esperanza y
la vida se reorienta.
1. Pena y dolor. Esta primera
fase es conocida como “fase de embotamiento de la sensibilidad”(ibid.) Lo
sucedido parece mentira. La frase más comúnmente proferida es “no puede ser
cierto”. Sobra decir que es más paralizante cuanto más repentino e inesperado
sea el hecho. En algunas personas, la reacción es el comportamiento diametralmente
opuesto, es decir, la hiperactividad. Sea como fuere “Todo lo que suceda en
estos momentos debe ser respetado. Los familiares han de sentirse libres para
manifestar sus miedos, enfados..
2. Miedo, ira, culpabilidad,
resentimiento y cólera. La muerte de otros nos pone delante el miedo ancestral
por antonomasia, a saber, el miedo a nuestra propia muerte. Y aquél se proyecta
y adquiere diferentes modalidades. Sin duda, nos viene a la mente Mímulo. Si el
miedo es de carácter “histérico y piensa que no podrá recuperarse nunca más,
Cherry Plum; si es miedo a que otro miembro de la familia pudiera morir, Red
Chestnut”
3. Apatía, tristeza, desinterés
y, a veces, pérdida del sentido vital En este momento todo da igual. La vida
pierde su brillo y nada es importante ni apetecible.
4. Reaparece la esperanza y la
vida se reorienta La persona que ha vivido las tres fases anteriores
desembocará naturalmente en ésta cuarta donde comienza la reconstrucción y
reorientación vital.
Duelo Crónico: El dolor parece
extenderse de forma ilimitada. El doliente se detiene en la fase de anhelo y
búsqueda ya que se basa en el conflicto de separación, el cual le impide
completar las etapas del duelo satisfactoriamente. Es incapaz de rehacer su
vida fuera de los recuerdos constantes que le atormentan. Esta consciencia de
su problemática hace que acudan a buscar ayuda de profesionales de la
psicología. Duelo Congelado: Se constituye por la prolongación de la fase
inicial de embotamiento afectivo, con dificultad para la expresión de otras
emociones. Se caracteriza por la ausencia de consciencia de la problemática.
Predominan las reacciones de inhibición negando sus sentimientos y volcándose
en otras actividades. Constituye una forma obsesiva del duelo, evolucionando
frecuentemente hacia las somatizaciones, que suelen aparecer en momentos de
crisis. 304 Duelo Exagerado: Es una intensa reacción de duelo que constituye
una vía de escape a la aflicción. Se puede manifestar a través de: depresión
(hay autores que a los episodios depresivos mayores los encuadran dentro del
duelo exagerado), ataques de pánico, conductas fóbicas, manías,
alcoholismo…etc. Duelo Retrasado: Se inhibe inicialmente y aparece más tarde,
con motivo de otra pérdida a la que se responde de forma desmesurada. Además de
estos duelos existen otros que se pueden encuadrar como de tipo paranoide o
reivindicativo, maníaco, depresivo, somatizador y obsesivo o con tendencia a
los rituales (no culturales). Aunque la familia en conjunto y cada uno de sus
miembros de forma individual manifiesta de diferentes formas el proceso de
duelo que está padeciendo, pueden presentarse una serie de reacciones que nos
dirían que hay alguna anomalía dentro de dicho proceso, que hacen más
referencia a la intensidad y duración del síntoma que a la presencia o no de
dicha reacción concreta: